lunes, 19 de octubre de 2009

La verdad sobre Actimel. Parte II

Señores, perdón por la tardanza. No era por hacerme de rogar, es que no he tenido nada de tiempo. Si en dos semanas de clase la carpeta ya se me sostiene sola de canto! Snif... Además este post es casi un pequeño “trabajo”. Bueno venga, después de la excusatio, catarsis y despotrique tres en uno, al tema:

¿Qué es Actimel?

Actimel es un probiótico. ¿Y eso es…? Según la última definición aceptada de 2001 es:

“Todo aquel microorganismo vivo que administrado en la cantidad adecuada
proporciona beneficios saludables al hospedador” (nosotros).


O sea que los probióticos que nos venden tienen que reunir las siguientes características para cumplir la ley:
- Permanecer vivos dentro del bote mientras que están en la fábrica, el camión, el supermercado y la nevera hasta que los comamos y, una vez que lo hagamos, que no mueran con los ácidos del estómago.
- Estar en una cantidad tal que se noten sus efectos.
- Ser buenos para algo.

¿En qué sentido son entonces buenos? Sirven para aumentar el número de microorganismos naturales que viven permanente sobre nosotros (en nuestra piel y mucosas de las vías respiratorias superiores, intestino y genitales.) Son bacterias y hongos y forman la llamada flora natural, microbiota residente o microorganismos comensales.
Los probióticos más conocidos son los intestinales, pero también existen otros como los urogenitales y hasta vaginales.

Los microorganismos más empleados en los probióticos son las bacterias del ácido láctico, que fermentan la lactosa de la leche convirtiéndola en ácido láctico. Actimel contiene concretamente su famoso Lactobacillus casei, y los fermentos lácticos normales de los yogures. La razón de emplear este tipo de bacterias son sus propiedades.


Propiedades de las bacterias lácticas
Las bacterias lácticas nos protegen frente a las infecciones bacterianas mediante los siguientes mecanismos que nuestra flora natural TAMBIÉN TIENE:

1. Compiten por la comida: gastan los recursos y no dejan nutrientes para los demás.
2. Ocupan sitio: Se adhieren al epitelio y no dejan terreno para que se establezcan los patógenos.
3. Potencian la respuesta inmune.
4. Su metabolismo produce moléculas tóxicas que inhiben el crecimiento de los patógenos: ácido láctico y, en ocasiones, antimicrobianos, agua oxigenada y ácidos orgánicos.
5. Tienen capacidad de coagregación de microorganismos: los rodean completamente impidiendo que se expandan y aumentando el efecto de los productos tóxicos anteriores.


La gran incógnita: ¿Cómo ayuda a las defensas?
¿Quienes son esas defensas? Se refieren al sistema inmune, que comprende un conjunto de células y moléculas que destruyen lo extraño, todo lo que no es nuestro. El sistema inmune actúa mediante dos tipos de mecanismos, innato y adaptativo, de los cuales Actimel sólo puede ayudar al innato.

- La inmunidad adaptativa (los linfocitos): como su nombre indica, “se adapta”, o sea que es específica para cada patógeno. Eso significa que si tomamos Lactobacillus casei los linfocitos se multiplicarán enormemente formando un ejército que sólo reconoce y elimina los L.casei. Pero si después nos contagiamos de gripe, los linfocitos generados para L.casei no nos servirán. Habrá que producir otro ejército diferente específico para los virus de la gripe. Por tanto, Actimel en este tipo de defensas NO TIENE UTILIDAD.

- El objetivo de Actimel sería mejorar la inmunidad innata, que destruye múltiples patógenos. ¿Cómo lo hace?

De forma muy simple: Estas bacterias no nos causan enfermedades, pero como siguen siendo microorganismos extraños, el sistema inmune tiene que actuar constantemente para mantenerlos a raya. Puede decirse que “entrenan” al sistema inmune para la llegada de un microorganismo patógeno (que sí cause enfermedad).

Esto se ha demostrado con un experimento muy sencillo: Se crecieron dos ratones en las mismas condiciones, pero uno en esterilidad (es decir, en ausencia absoluta de microorganismos tanto en los alimentos como en su entorno), y otro en condiciones normales, expuesto a bacterias cotidianas. Después se los expuso a un microorganismo patógeno y al primero le costó más superar la enfermedad.
Dicho esto, podría escribir “¡Fin!”. ¡Ya he dicho todo lo bueno que hacen! Pero prometí desvelar quienes eran las famosas defensas. (Sé que lo estáis deseando bwahahaha!) Así que (redoble de tambores…) éstas son las células y moléculas inmunitarias susceptibles de aumentar en número gracias a Actimel:

- Macrófagos: eliminan bacterias.
- Neutrófilos: también eliminan bacterias.
- Proteínas del complemento: matan microorganismos.
- Células NK (Natural Killers): matan nuestras propias células infectadas por virus y células tumorales. (Tengo mis reservas de que las NK se activen con L.casei, que no es ni un virus ni un tumor.)


Puntos débiles de Actimel

1. "Único, demostrado, ayuda a las defensas"
Falso. El principal punto débil de Actimel es que tiene los mismos efectos que los demás yogures. TODOS los yogures tienen bacterias lácticas vivas (concretamente dos especies ni mejores ni peores que L.casei: Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus) que son capaces de estimular al sistema inmune de forma equiparable a L. casei. Eso sí, Actimel tiene un precio muy superior.

Además conviene señalar que el nombre L.casei imunitass o, en otros países, “defensis” es incorrecto. Su nombre científico es sólo L. casei (Lactobacillus casei), sin el “imunitass”. Ese término lo aporta la empresa y convenientemente lleva a pensar que ese microorganismo específico tiene la propiedad de mejorar el sistema inmune.

2. Otro punto importante es que, como vimos antes, nosotros YA tenemos una flora bacteriana natural. Aunque no comamos yogures, ingerimos constantemente bacterias con los alimentos. Ellos contraatacan diciendo que actualmente llevamos muy mala alimentación. Señores: estoy segura de que las medidas de sanidad en el McDonalds o el Burriquín no son precisamente de esterilidad. Conlusión: siempre tendremos flora intestinal.

3. Además para que las bacterias puedan proporcionarnos todos los beneficios antes mencionados tienen que llegar VIVOS al intestino. Ellos dicen “activos”, para ser otra vez políticamente correctos, porque suponen que a nadie le gusta tener bichos vivos dentro, pero los tenemos.

Pues bien, que lleguen vivos hasta el intestino es harto difícil:

- En primer lugar, desde que se envasa el yogur las bacterias van muriendo al estar refrigeradas. Si se quisiera hacer un contaje y comparar la cifra experimental con la teórica tampoco se podría, porque incumplen la normativa de etiquetado de los probióticos: indicar el número de viables (vivos) en cada yogur además de la dosis correcta, avisos de seguridad y condiciones de almacenaje.

- En segundo lugar, la mayoría mueren en el estómago con los ácidos gástricos: el ácido clorhídrico, que genera un pH 2, y la bilis.

- Si con todo eso llega alguna bacteria al intestino, nos encontramos con otro problema:
a los lactobacilos no les gusta vivir en el intestino. Muestra de ello es que en la flora natural intestinal son una escasa minoría. El intestino tiene pH ácido y ellos prefieren un entorno básico, como la vagina. Allí sí son el 70% de la flora, están como quieren, son los reyes del mambo… pero en el intestino NO. Así que ya puedes tomar Actimel hasta hartarte que, una vez que lo dejes, la población irá disminuyendo hasta desaparecer de nuevo y será desplazada por la microbiota residente.

La solución a este problema sería emplear bacterias aisladas del propio intestino adaptadas a vivir en él. ¿Y por qué no se hace eso? Ya se ha hecho: las bifidobacterias (las de Activia), son también bacterias del ácido láctico, tienen las mismas propiedades y sí son abundantes en la flora natural del intestino grueso. Pero Danone les atribuye sólo la función de hacerte c#g#r como un reloj. No sé por qué.

4. Por si fuera poco, todas las bacterias lácticas presentan un problema adicional común: son muy tontas. ¡No, no es broma! Prácticamente no saben hacer nada. Están tan acostumbradas a vivir en la leche rodeadas de lactosa y nutrientes a espuertas que tienen muy pocos genes para sintetizar moléculas o digerir nutrientes complejos porque no los necesitan para vivir.
Siempre que no las saquemos de ese medio tan rico, claro.

Profesores e investigadores, ponen en tela de juicio que un lactobacilo de la leche tenga los genes necesarios para sobrevivir en el intestino. O el caso contrario: que una bifidobacteria aislada del colon (¿La habrán sacado de ahí?) aguante varias semanas en leche.

Pero bueno, a ese aspecto no se le puede dar más vueltas. Tendremos que suponer que la empresa, mediante investigaciones e inversión, ha conseguido que la tan mentada cepa Lactobacillus casei DN-114001 tenga todos los genes necesarios para vivir tanto en el intestino como en la leche.

Por si al mencionar los genes a alguien se le viene a la cabeza la palabra “transgénico”, hago un inciso saltable para calmar los ánimos. Los métodos de manipulación genética de bacterias se agrupan en dos categorías: naturales y artificiales. En Europa sólo es legal en industria alimentaria el uso de los métodos naturales, así que en caso de que añadiesen genes a L.casei, no sería motivo de acusación. En EEUU también son legales los artificiales bajo ciertas condiciones.
- Naturales: son la conjugación, transducción, competencia natural y mutación. Los organismos generados así no son transgénicos porque consisten en la reproducción in vitro de procesos que ocurren de forma natural.
- Artificiales: transformación por Ingeniería Genética. Da lugar a un GMO (Organismo Modificado Genéticamente), o sea, un transgénico.



Falsas afirmaciones en la publicidad de Actimel

Pues bien, como hemos visto Actimel y todas las bacterias lácticas tienen verdaderos efectos beneficiosos. Por eso es una pena que Danone ni siquiera los mencione y en vez de eso dedique su tiempo a inventárselos y a emplear publicidad engañosa cuando afirma cosas como estas:




Anuncio completo: “En invierno, más que nunca, nuestras defensas tienen que ayudar a protegernos de los agentes externos que hay en el ambiente. Actimel puede ayudarlas pero entiendo que para creer, hay que ver, así que empecemos. Muchos agentes externos entran por la boca al respirar, al comer, y cuando llegan al intestino intentan atravesarlo para expandirse por todo el cuerpo. Por eso el 70% de las defensas están en el intestino. ¿Y cómo actúan las defensas? Forman una barrera que ayuda a impedir la entrada de esos agentes. Pero esta barrera se puede debilitar por el frío, la mala alimentación, el estrés y entonces se crean huecos que aprovechan los agentes externos para colarse. ¿Cómo nos ayuda Actimel? Como es un alimento, también llega al intestino, rellena los huecos y así ayuda a reforzar la barrera de las defensas. Esto no es magia, es ciencia. Y así lo han confirmado instituciones como la Universidad de Navarra.”

Este anuncio fue retirado en Mayo por Autocontrol. Danone se excusa diciendo "explicar en 20 segundos lo que hace Actimel es imposible, y por ello se buscó una simplificación más emocional." Pero en ningún momento se retracta de las siguientes afirmaciones, por lo que siguen vigentes:


1. "Las defensas forman una barrera que ayuda a impedir la entrada de los agentes externos. Pero esta barrera se puede debilitar por el frío, la mala alimentación, el estrés y entonces se crean huecos que aprovechan los agentes externos para colarse. ¿Cómo nos ayuda Actimel? Como es un alimento, también llega al intestino, rellena los huecos y así ayuda a reforzar la barrera de las defensas.”
Las bacterias no rellenan los huecos del intestino porque NO HAY HUECOS. Por mucho que pongan a pie de pantalla “Esquema simplificado de la realidad”, afirmar tal cosa es un error garrafal. El intestino está recubierto por células epiteliales (y NO células de defensas) firmemente unidas entre las que de ninguna manera puede “colarse” microorganismo alguno. Como mucho hay dos huecos en el intestino: uno de entrada y otro de salida, y no conviene que estén tapados. (Esa es de un profesor, no mía.)


2. “El 70% de las defensas se encuentra en el intestino y desde ahí se desplazan rápidamente hacia el resto del organismo donde se las requiera.” (Dicho en Cómo funciona.)
Pese a que el 70% me parece un porcentaje chocante, tal vez esté hecho en base al número de células y sea cierto. Bajo las mucosas intestinales se hallan los tejidos inmunitarios GALT. (Tejidos Linfoides Asociados al Intestino) que comprenden el apéndice, las placas de Peyer, las vegetaciones adenoideas y la lámina propia. Sin embargo, como su nombre indica, están formados en parte por linfocitos. Es decir, que se encargan de una respuesta inmune adaptativa. Así que, como ya explicamos, no sirven. De cualquier modo esta afirmación busca dar a entender que el intestino es el centro del sistema inmunitario y NO LO ES.

3. "...y desde ahí se desplazan hacia el resto del organismo donde se las requiera.”
Falso. Según el libro "El Sistema Inmune" de Peter Parham:
“El reconocimiento de los patógenos por el sistema inmune innato induce la inflamación, que recluta al lugar de la infección nuevas moléculas y células del sistema inmune.”

O sea: las moléculas y células inmunitarias que se generan en el intestino, se quedan allí, sólo sirven para los patógenos que lleguen por vía intestinal. NO vuelven al torrente sanguíneo.

El cuerpo durante una infección siempre mandará las células inmunitarias directamente a donde hacen falta y de allí no vuelven. En este caso irían al intestino a mantener a raya a L.casei, así que SÓLO valdrían para infecciones intestinales, no para una herida en un pie.

Un ejemplo de ello es el pus que se forma en las heridas. Está compuesto por macrófagos y neutrófilos muertos que tras acudir en masa a destruir el microorganismo murieron, no se desplazaron después desde el lugar de la infección al resto del organismo donde se las requería.

Por tanto Actimel NO disminuye tampoco la posibilidad de contraer patologías típicas del invierno como el catarro. Rinovirus, el virus causante, entra por las vías respiratorias, donde no habrá L.casei que dificulten su adhesión y el número de células inmunitarias será el mismo de siempre.

4. “Las defensas pueden verse debilitadas por nuestro estilo de vida: estrés, dormir poco, mala alimentación, la contaminación, el frío y los cambios bruscos de temperatura. Actimel ayuda al cuerpo a hacer frente a estas agresiones externas cotidianas.” (Dicho en ¿Por qué lo necesito?)
Falso. De lo dicho anteriormente se concluye que los efectos de Actimel se ciñen al lugar donde se encuentran, así que NO soluciona problemas sistémicos como el estrés, los efectos de una mala alimentación o dormir poco.


Revolucionarios estudios científicos avalan significativamente Actimel

Para terminar os dejo con lo más divertido: las conclusiones a las que dicen que llegaron 3 de los 5 estudios científicos sobre Actimel disponibles en Ciencia Actimel:

-En estudiantes sometidos al estrés de los exámenes que tomaron Actimel, el recuento de linfocitos y de células NK fue significativamente más alto.
Como ya hemos visto, el aumento de número linfocitos no sirve para nada porque son específicos de un microorganismo. Si su incremento se debió a L.casei se emplearon únicamente para matar L.casei.

-En ancianos, la duración de los procesos patologías de invierno fue un 20% menos que en el grupo control. Asimismo, en caso de fiebre, la temperatura fue un 13% inferior en el grupo que consumió Actimel.
Decisiva conclusión y gran avance en la medicina. Estuvieron malos 1,5 días menos y con 37,4ºC de fiebre en vez de 37,8ºC.

-En personas de mediana edad, se detectó un incremento significativo en la capacidad oxidativa de los monocitos y también en la capacidad antitumoral de un tipo de glóbulos blancos (las células NKv), es decir, un refuerzo de los mecanismos de defensa innata.Con la frase de las NK ya está de vuelta la corriente abstracta. Decir que aumentó la capacidad antitumoral de las células NK no tiene sentido. ¿Qué es lo que aumentó concretamente, y cómo analizaron su efecto frente a tumores?
En cuanto a los monocitos, ¿de verdad extrajeron sus lisosomas y valoraron su microscópica concentración de O2-, OH·, H2O2 y NO?

Por cierto, en uno de los estudios hay una errata. A ver si la corrigen:
“IgA son microorganismos vivos que al ser ingeridos en cantidad suficiente ejercen efectos beneficiosos sobre la salud, además de los inherentes a la nutrición.”
La inmunoglobulina A no son microorganismos, sino un tipo de anticuerpos producido por los linfocitos.

En general para todos los estudios el adjetivo “significativo” viene de perlas, así no se mojan. Pero les debió parecer que quedaba un poco inexacto, un poco soso. Entonces recurrieron al comodín científico: la gráfica.
- ¿Y qué ponemos en la gráfica?
- No sé, algo que entienda el populacho, ¿no?
- ¿Una recta que sube?
- Vale… ¿Y si ponemos otra recta que sube menos para comparar? Como “con Actimel” y “sin Actimel”.
- Ya, pero ¿por qué habría de subir la de “sin Actimel”?
- …
- Bueno, da igual, es que si la ponemos horizontal no se ve.
- Claro. Y la recta con el Actimel la ponemos brillante, en plan reforzada.
- Venga, y un fondo estilo papel milimetrado y números de máquina de escribir que dan un efecto interesante y pista.
- El logo, el logo de la universidad.
- Ah, sísí.

Resultado:
¿Qué hay en ordenadas? Algo que sube hasta 25. Tomando Actimel consigues tener P = 0,029.
¿Y en abscisas? Dir 00 y Dir 56.
¡Ahora lo tengo todo mucho más claro!

En fin, penosos estudios, conclusiones e información. Nada sobre los protocolos seguidos para que puedan ser contrastados en otro laboratorio, nada de datos creíbles y ausencia total de seriedad. Y aunque cumplieran todo lo anterior, a ver quién se fía de la objetividad de los que los hicieron: la Universidad de Navarra o la Universidad X el Sabio. Como todos sabemos son centros privados y en ellos todo, incluido cualquier estudio, se hace previo pago. Sobre el Danone Vitapole Research Center huelga decir nada.

Conclusión: debe quedar claro que las bacterias lácticas de Actimel se suman a nuestra flora residente intestinal y, junto con ellas sí es cierto que entrenan al sistema inmune, además de producir otros beneficios. Pero nuestra flora intestinal natural y los yogures normales hacen exactamente lo mismo.
Además los efectos que puedan tener son tan subjetivos que el hecho de que sean tangibles o puedan llegar a notarse a nivel “macroscópico” es muy discutible. Ahí es donde entra el efecto placebo. Estoy segura de que alguien que lo tome habitualmente, aunque lea esto, seguirá convenciéndose de que le sienta bien.

13 comentarios:

  1. ¡Enhorabuena! Tenía muchas dudas respecto a ésto y aquí lo explicas al detalle. Gracias por el tiempo que le has dedicado, creo que ha merecido la pena :)

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  2. VAYA CURRADA DE POST

    Aunque en algún momento me he perdido bastante me ha parecido muy muy muy interesante

    Y si nos "timan" en esa publicidad ... en que más nos timaran?? (en la publicidad y en lo que no es publicidad, que me da que cada uno manipula la realidad en su propio beneficio)

    besitos y mucho ánimo para tus clases

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  3. el trono y yo andamos peleados asi que no me lo mentes XD

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  4. Entonces qué? nos lo tomamos o no? seguimos con los yogures del consum????
    jejeje
    Un saludo
    =)

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  5. Abisal:
    Gracias!! Tú también eres del gremio, no? Te leí alguna vez y me suena q tenías q hacer una presentación sobre una PCR.
    Gracias por comentar :)

    jajaja KIWIS, Dragonfly, KIWIS. Remedio infalible conocido por todas las madres. Ni activia ni leches. (Nunca mejor dicho)
    Besos y gracias por los ánimos :))

    Therwis:
    Eso, los normales y si es por el sabor, los del consum. De Danone, NADA que ya ganaron bastante dinero.
    Besuks

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  6. Muy bueno, Felicidades!!Eres muy trabajador te lo has currado de verdad .

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  7. Curradísimo, sí. Y yo seguiré con mis yogures del Dia xD. Un día de estos a ver si me lo planteo y hago algo así con la soja. Que la tengo manía xD. Que te sea muy leve!

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  8. ¡Plas plas plas! Que buen post, que currada, me ha costado un pelín leerlo (por lo extenso y por algunos términos) pero muy bueno.
    Totalmente de acuerdo, aunque yo no entiendo tanto de éstas cosillas, jejeje.

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  9. Anónimo: Gracias! Pues trabajo es lo que estoy buscando. (Yo lo dejo caer!)

    Bío: No he escrito ninguna burrada? Miedito tenía de tu coment! jeje
    Jo, pues con la soja me vas a plantear un dilema moral, eh? De verdad te apoyaba en la causa, pero es que la leche de soja está coj... buenísima!

    LoQueVen: La verdad es que la gente que no sois de ciencias sólo el leerlo para mí tenéis mérito, aunque sea por lo largo que es, sin contar el vocabulario específico que hay. Igual lo acorto un poco para que no sea tan infumable jeje.
    Por cierto, tu blog no me deja comentar. Hay que registrarse o algo? Porque yo no he encontrado nada, voy a intentarlo luego otra vez.

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  10. No te lo vas a creer, pero a mitad del post ha sonado una musiquilla en midi y he escuchado: "¡Enhorabuena, has ganado +1 en ciencias! ¡Ahora eres un punto más listo!".

    Verídico.

    Nah, he ido salteando, pero quedándome con la copla. Hija mía, eres una crack. Ahora sólo falta que no te denuncien por difamación, que cosas más raras se han visto XDD

    En serio, menudo post. Brutal^^

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  11. Pero y eso? En mi blog? (Es que lo de midi no sé lo que es, lo siento!) Pues no sé, yo doy la chapa pero por ahora publicidad subliminal no uso, eh?

    Jo, pobrín. Voy a darte un pin que ponga "Yo aguanto estoicamente los peñazos científicos de Anaïs"

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  12. Hola! Acabo de leer tu blog! No se que estudiarás, pero me siento identificada :P
    Acabo de dar microbiología este año y me ha encantado. Yo también le tenía manía al actimel, y más cuando nos contaron que los yogures hacen lo mismo.
    Además, te has fijado que el dibujito del anuncio no tiene estómago? Así cualquiera llega al intestino!
    Yo estudio en la UN, así que corroboro lo de "todo se hace previo pago", salvo mi trabajo, que me pagan cada 3 meses, pero eso es otra historia.
    Vaya chapa que te he dejado, sorry!
    Seguiré por aquí.
    Un saludo!!

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  13. Navegando por la red, no sé cómo, he llegado hasta aquí (cosas del ciberespacio). Me ha parecido muy interesante el estudio, aunque no me contabas nada nuevo. Hace años ya los profesores del gremio (yo soy licenciada en biología) ya nos decían que esto era una estrategia de venta. Los yogures hacen lo mismo, pero no ganan mucho con ellos; así que sacan el actimel, a un precio astronómico (en relación a lo que les cuesta hacerlo) e invierten en publicidad. Resultado: mucha gente toma actimel, y los de Danone llenan sus arcas.
    Me alegro de encontrar gente a la que le gusta pensar.

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