martes, 29 de septiembre de 2009

La verdad sobre Actimel. Parte I.

Hace meses que tengo el proyecto de post sobre el famoso Actimel rodando por mi Crosoft Word, pero quería que estuviese perfectito y no lo acababa de sacar nunca a la palestra. Ahora ya veo asomar las orejas del nuevo curso así que me he animado a finiquitarlo.

Como al final me ha quedado excesivamente largo, voy a dividirlo en dos partes: la de hoy es más bien mi opinión (¡Mi historia Actimel!), y la siguiente, una explicación científica sin precedentes con toda la información que he podido recopilar.

Vamos a ello.

Todo empezó cuando vimos en clase unas nociones básicas sobre las bacterias lácticas y las propiedades beneficiosas que tenían. El profesor nos expresaba también sus dudas sobre algunas que se le atribuían en la publicidad y me empecé a fijar en el anuncio de Actimel. Eran tan intuitiva la explicación que habíamos estudiado que supuse que aunque el spot no lo mencionase por falta de tiempo, su web e internet en general estaría plagado de artículos sobre ello. Como se ve luego, me llevé una sorpresa.

Antes de nada decidí consultar www.actimel.es para ver cuál era la información seria que proporcionaba la propia empresa (Danone) fuera ya de metáforas y generalizaciones.

Bien. La web tiene como presentadora a una mujer muy agradable con traje blanco que se pasea por la pantalla y te atiende de palabra. ¡Le faltan las alas para completar la imagen de directora ejecutiva del cielo de Philadelphia! Jo, y es que viéndola tan dispuesta, tan presta a solucionar cualquier duda que me carcoma la cabeza, toda desconfianza se evapora. Si me dice que Fidel Castro abdicó hoy en Obama, viniendo de ella me lo creo.

Pero dejemos de desvariar y vamos a lo serio. Hay cuatro apartados:
¿Cómo funciona?, ¿Por qué lo necesito?, Ciencia Actimel y Verdades Actimel.

Clickeo en el primero: "¿Cómo funciona?"Doctora Philadelphia me va mostrando los grupos de riesgo cuyas defensas se debilitan por momentos: los ejecutivos, las embarazadas, los ancianos y la gente con frío.

Después pasa a responder a la pregunta que da título al apartado:
“Hace más de 80 años que Danone empezó a investigar los fermentos beneficiosos
para la salud.
(Cierto, ellos fueron los primeros en comercializar los yogures en
farmacias.) Siguiendo con esta línea de investigación y tras estudiar miles de
L.caseis se descubrió que la cepa nº x ayudaba a las defensas. Entonces Danone
la patentó y así nació Actimel. L.casei es un fermento exclusivo que resiste la
barrera gástrica llegando activo al intestino donde entra en contacto con
nuestras defensas y es entonces cuando las ayuda reforzando su acción. Así pues
las defensas se desplazan reforzadas y listas para ayudarnos.”
¡Fin de la explicación! Es decir, que ayuda ayudando. Por ningún lado se menciona el fundamento de su acción a nivel celular. Notar también la omisión de la palabra “bacteria” y su sustitución por la políticamente correcta “fermento”.

Luego, en “Ciencia Actimel” están los estudios científicos que según ellos prueban su eficacia. Como tienen miga, los dejo para la segunda parte del post.

En definitiva, una web muy bonita, moderna y celestial pero completamente inútil. Muy aconsejable si un día no tienes tiempo de ir a clase de yoga y necesitas buenas vibraciones.

En cuanto a la base científica del funcionamiento de Actimel sólo dan más argumentos peregrinos. Prácticamente es el anuncio de la televisión en versión extendida, pero sin las defensas representadas como Buzz Lightyears en naves voladoras. Además para eso ya tienen otra web: www.equipoactimel.com con Ele, Casei y Nitass como protagonistas. ¡Quién viera a la empresa de publicidad saltar de alegría cuando supo que Danone la había escogido!

Por otra parte, también dedican especial atención a desmentir la falsa noticia sobre Actimel que anduvo circulando vía e-mail. (Para quien no se acuerde, era aquello de Actimel era malo si se administraba durante tiempo prolongado porque el cuerpo se olvidaba de cómo sintetizar el L.casei.) Y cuando digo especial atención, quiero decir exactamente eso: de entre los 5 botones donde puedes clickear, ése tiene un reborde luminoso. Comprobadlo.

En ese botón comunicados del CSIC, El País, El Periódico y de Susanna Griso (no menos importante) nos confirman una y otra vez mano en biblia la falsedad de la mentira. Conclusión: era mentira que era malo, ergo es bueno. Así me lo aprendí yo.
Si al final parece que hasta le sacaron partido al bulo en cuestión: desvían la atención y evitan hacer frente a los auténticos puntos débiles de su teoría.

A partir de aquí seguí con la búsqueda normal. Pero de entre todas las páginas que aparecían en Google, sólo la mitad aportaba algo y de esa mitad, el 80% era completamente falso. Ya se sabe, internet es así, sin cribas ni censuras. Cada uno cuelga lo que le da la gana. En el 20% que restaba las explicaciones tampoco eran muy profundas; ninguna mención a los tipos celulares beneficiados ni al mecanismo por el que tenía lugar.

Total, encontré opiniones a favor, en contra, algunos detractores y sobre todo decenas de testimonios. ¡Qué raro! (Y qué chapa.)

Hace algún tiempo oí de empresas que se dedicaban a “limpiar la reputación” de famosos que aparecían en situaciones embarazosas en vídeos o fotos en internet. Puesto que una vez que se cuelga algo solo lo puede quitar quien lo puso, estas empresas hacían que a los usuarios les fuese más difícil encontrar ese sitio embotando los sistemas de búsqueda con palabras clave similares de manera que ocupasen las 10 primeras páginas de Google, por ejemplo.

Pues esto también huele a que Danone, con la misma finalidad, ha llenado internet de las palabras “Actimel + adjetivo negativo” en de foros de salud, encuestas, webs de medicina de andar por casa, etc haciéndose pasar por usuarios que preguntan si realmente será bueno o bien cuentan su historia de cómo mejoraron sus defensas. Los que cuentan algo negativo son a la sazón contestados por otros que les sueltan un mitin pro-Actimel de párrafos y párrafos con los argumentos acostumbrados.

Pero bueno, eso ya es una suposición mía algo conspiracionista. Aunque por si acaso vamos a hacer la prueba y a facilitarle a Google el llegar aquí:
Actimel , falso, publicidad engañosa, manipulación mediática, inexacto, placebo,
malo, dañino, mentira, para dárselo a mi marido.
A ver qué pasa...

En fin, esto es todo por hoy. En la 2ª parte vendrá el verdadero funcionamiento de Actimel con destape incluido del ente abstracto “defensas”, por qué Actimel es diferente del resto de yogures y una discusión completa de las afirmaciones que realizan en el anuncio y su página web.